Os dejo un retrato que terminé hace dos meses, aunque aún no está con la persona que me lo encargó, ni creo que lo vaya a estar nunca.
Le he dado vueltas a publicar y contaros esto, pero al final me he decidido, pues aunque esto no debiera formar parte del trabajo de nadie, lamentablemente estas cosas suceden, y no me puedo callar ante las injusticias.
Como os he adelantado, a finales de agosto recibí una llamada de un hombre llamado Juanjo Zambrano, felicitándome por mi trabajo y pidiéndome un retrato de la mujer de un compañero de trabajo. Me contó que él también pintaba y que su compañero de Freixenet llevaba tiempo pidiéndole que le pintara el retrato, pero no era capaz de hacerlo. Así que decidió encargármelo a mí, y ahora, pasando lo que ha pasado, creo que si alguna vez hubiera llegado a manos de su compañero, estoy segura que se habría apropiado la ejecución del trabajo.
Por supuesto yo cumplí con mi parte, hice el retrato sin cobrarle nada, confiando en su honestidad y su palabra. Me puse en contacto con él varias veces, me contó excusas para alargar la entrega, hasta que ha llegado el ,momento da eludir mis llamadas y mis mensajes. Si se tiene el "valor" de no pagar el trabajo de una persona, también se debe de tener la valentía de decírselo a la cara, aunque sea por teléfono. !!ayyyyyyyyy!!
Aquí teneis el cuadro, que por cierto, me encanta:
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| Retrato a pastel de mujer |
Lo que os acabo de contar es el lado oscuro de la história, pero como todo en la vida, tiene su parte positiva, y como es un retrato que me gusta mucho, lo voy a usar en las próximas exposiciones de las que ya os iré informando.
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